Después de tomar muestras de suelo del barrio de la concepción, de molerlos para sacar sus pigmentos y configurar una paleta de acuarela de sus colores, era lógico que el próximo paso fuese recuperar sus aromas. Así que fuimos en busca del Petricor.
Esta poética palabra es el nombre del olor que se produce al caer la lluvia en los suelos secos, conocido popularmente como «aroma a tierra mojada» u «olor a lluvia.
Para este mayúsculo reto pedimos ayuda a Miguel Izquierdo, profesor de química en la escuela técnica superior de ingenieros de minas y de energía de la UPM, que nos sugerió la técnica de la hidrodestilación para conseguirlo.
La hidrodestilación es el mismo principio que se utiliza para destilar muchas sustancias, como por ejemplo el vino. Se coloca una muestra de suelo molido en una solución de 50 ml de agua destilada que se deposita en un matraz, calentándose hasta la temperatura de ebullición del agua. El matraz se conecta a un tubo de destilación por el que se hace circular agua a contracorriente. El vapor generado, que arrastra los componentes del suelo volatilizados, se condensan en el extremo de otra matraz que los recoge.
Tras la demostración del experimento, realizamos una cata de 6 muestras de suelos con una gradación de olor del menos al más intenso. Estas fueran las asociaciones que despertaron en nuestros sommelier:
Mar
Hospital
Celulosa
Carbón ahumada
La coliflor rebozada que cocinaba mi abuela
Humedad
Sudorcete
Los suelos son uno de los recursos más escondidos de nuestras ciudades sobreurbanizadas, con este laboratorio queremos reflexionar sobre la importancia de tener suelos vivos en nuestros barrios.
El presente manual nace de las conversaciones con los integrantes de uno de los jardines vecinales impulsados por ZASS, el jardín de la Biblioteca Pública María Moliner, que nos transmitieron el deseo y la necesidad de diseñar de forma colaborativa un prototipo de sensor que les permitiese conocer el grado de humedad de la tierra del jardín para optimizar los días de riego.
Entendimos que esta necesidad podría ser común a muchos huertos urbanos comunitarios y jardines vecinales de Madrid, por lo que sondeamos a estos espacios sobre la posibilidad de participar en un taller práctico para pensar de manera conjunta cómo debería ser ese prototipo.
Ante la receptividad de la propuesta, contactamos con Creática, una entidad sin ánimo de lucro que trabaja desde Villaverde desarrollando actividades sociales, culturales, artísticas y tecnológicas mediante el diseño y ejecución de proyectos tecnológicos de naturaleza socio-cultural, para diseñar un sensor de temperatura y humedad fácil de manejar y que se pudiese utilizar “in situ”, sin necesidad de conectarse a una red wifi.
Tras dos sesiones prácticas, se diseña un dispositivo portátil, con batería recargable, pantalla de visualización y sonda enterrable que incluye el sensor SHT-30 para medir los valores de temperatura y humedad.
Se eligió Arduino como base del prototipo debido a su carácter libre y abierto, además de su facilidad de uso por personas con pocos conocimientos en electrónica, además de su precio. El sensor se completa con un chasis impreso en 3D para integrar los diferentes componentes del mismo, para hacerlo manejable.
El segundo taller de programación de sensores tuvo lugar en la Casa San Cristobal de la Fundación Momtemadrid.
Carlos de Creática pensó y diseñó las piezas del prototipo con la idea de que fuese manejable, fácil de montar y se pudiese utilzar directamente en el terreno, sin necesidad de una wifi en las cercanías del huerto o jardín.
Durante el taller aprendimos a cargar en la placa de arduino las líneas de programación para leer la temperatura y humedad de un terreno, entendimos cuáles eran las conexiones necesarias para que funcionase el dispositivo y procedimos a montarlo
Al término del taller cada participante se llevó su prototipo para sus espacios vecinales. También nos comprometimos a editar un manual de licencia libre para que cualquier persona o colectivo interesado pueda reproducirlo.
Dentro del microfestival de arte y ciencia 20022-23 programamos dos talleres de prototipado de sensores de humedad adaptados a los huertos comunitarios y jardines vecinales de Madrid.
Tuvimos la suerte de contar para estos talleres con Carlos, de la asociación creática afincada en el barrio de San Cristobal., que abordó el ejerciciio de interpretar y traducir los códigos del lenguaje de programación a un lenguaje más accesible para personas menos familiarizadas con sus códigos digitales
El primer taller tuvo lugar en la biblioteca pública María Moliner y acudieron 12 personas vinculadas al jardín zass de la biblioteca, vecinas del barrio y participantes de los huertos Alameda de Osuna, Manoteras y Juan de la Cierva.
Durante esta primera jornada nos acercamos a la base de programación del lenguaje arduino, nos familiarizamos con las placas de almaceenamiento de datos y entendimos las líneas de códigos necesarios para diseñar un sensor que alimentado por una placa solar y una pila fuese capaz de medir la humedad de un suelo.
Al final del taller vimos que el sistema diseñado dependía de la exitencia de una wifi en las proximidades del jardín o huerto. Esta limitación generalizada en estos espacios comunitarios al aire libre, nos emplazó a pensar un segundo taller en el que el prototipo construido pudiese funcionar sin red wifi.
El sábado 15 de octubre tuvimos el placer de compartir una mañana de dibujo al aire libre con el colectivo Urban Sketchers Madrid, una comunidad de artistas y aficionados que practican el dibujo en lugares de ciudades, pueblos y aldeas en los que viven o a los que viajan
Los invitamos a un descampado de Villaverde en los márgenes del parque Plata y Castañar. En ese descampado, nuestro colectivo ha acudido en varias ocasiones desde octubre de 2021 hasta la fecha a inventariar flora silvestre y a recoger sus semillas para experimentar con ellas nuevos modelos de jardinería.
El reto que nos planteamos al invitar a este colectivo en una época del año en la que la flora silvestre de los márgenes permanece casi ya marchita en la totalidad de su masa vegetal, era que nos ayudasen a capturar entre la manta de ocres y amarillos la belleza y biodiversidad que aún así albergan.
Y vaya si lo consiguieron. Estamos deseando volver a coincidir con ellos en este mismo descampado en primavera, cuando los colores más vivos despierten y añadan más matices a sus paletas.
El proyecto Sendas Ocultas Villaverde culminó con la celebración de un festival que incluía seis actividades artísticas-culturales, que tuvieron como escenario los jardines vecinales que fuimos descubriendo a lo largo del periodo octubre 2022-noviembre 2023.
“Sonidos desde el Tecer Paisaje” fue la primera actividad dek festival zass 2022-23, un concierto de música improvisada en los jardines de la Biblioteca María Moliner, donde en el 2022 plantamos con la ayuda de una comunidad de aprendizaje, y la colaboración del paisajista Ramón Gómez, nuestro primer jardín zass.
Para esta actividad invitamos a Chefa Alonso, un referente internacional en música improvisda, saxo soprano y coreógrafa. El reto que la lanzamos era componer, con los alumnos de jardinería del centro ocupacional de Afandice, una pieza musical inspirada en 3 especies silvestres que habíamos germinado y plantado en el jardín de la biblioteca con su ayuda ( Alfalafa, olivarda e hinojo).
Para preparar y construir la pieza musical, Chefa Alonso impartió un taller de mśuica improvisada con 13 alumnos de Afandice durante una semana.
La pieza se estrenó el 10 de junio de 2023. En este vídeo podéis ver cómo fue el proceso de creación e imágenes del concierto.
El diseño y plantación de un jardín de pocas necesidades hídricas con la complicidad de un tejido vecinal requiere un alto nivel de coordinación, implicación y trabajo en equipo. Podríamos compararlo a una prueba de moto GP, en la que para que el piloto cruce la meta es necesario el trabajo de toda la escudería; mecánicos, ingenieros y estrategas .
Y así nos hemos sentido nosotros es este camino, siempre arropados por el equipo, que sabíamos nos conduciría por la autopista amarilla hasta llegar a la meta. Una de nuestras metas en esta carrera por la biodiversidad y el compartir saberes desde la práctica, era diseñar un jardín experimental con ritmo, textura y color a lo largo del año en la Biblioteca María Moliner.
Como primer paso necesitábamos descompactar el duro suelo de las parcelas de experimentación que la Biblioteca nos cedió para nuestro primer jardín zass en Villaverde. Con esta labor las plantas podrán desarrollarse con un mínimo de esperanza. Estaba claro que para esta acción sobre el terreno necesitábamos a nuestro experto equipo de jardineros de Afandice
El 18 de octubre acudió toda su escudería con la motoazada. En 10 minutos ya tenían la máquina preparada: Cambio de ruedas, montaje de fresas, embrague y la moto empezó a desplazarse por las parcelas. Pasadas efectivas, abriendo gas en los cambios de dirección, acople perfecto piloto-maquina.
Huelga decir que el equipo consiguió la pole position. El terreno quedó ya preparado para el taller de diseño y plantación de Ramón Gómez del estudio de paisajismo herbanova, dejándole en primera línea de parrilla de salida para implantar el primer jardín ZASS.
Fase II: El diseño
Una vez descompactadas las parcelas de experimentación es el momento de los estrategas de la escudería ZASS. Deseábamos un jardín con pocas necesidades hídricas, con textura y color en todas las estaciones del año, con mezcla de las especies silvestres que germinamos de los descampados del distrito, un jardín que emocionase y no rehuyese la estética.
No podíamos, en consecuencia, dejar el diseño de nuestro jardín al azar. Por este motivo, contamos con uno de los paisajistas españoles con más sensibilidad hacia la flora silvestre, tanto por el diseño de sus jardines como por la labor de divulgación y sensibilización que desde años lleva realizando para erradicar el concepto de malas hierbas de estas plantas que tanto aportan a la biodiversidad y que casi nada piden.
Ramón Gómez no solo impartió para nuestra comunidad de aprendizaje un taller que recorrió la evolución del paisajismo desde el siglo XVI, descubriéndonos a la paisajista Gertrude Jekyll, pionera en introducir el color en el diseño de jardines a finales del S. XIX, sino que nos propuso un diseño por módulos para la zona de plantación a partir de las plantas que disponíamos.
Fue un lujo y un placer contar con Ramón . Tras el estudio y sus consejos sobre las especies que íbamos a utilizar en la plantación, el próximo paso sería que la comunidad de aprendizaje aterrizase los 4 módulos diseñados por Ramón a nuestra zona de experimentación en el jardín de la biblioteca María Moliner.
Fase III: La plantación
Una vez que Afandice había preparado el terreno y Ramón Gómez diseñado los módulos de plantación en la zona de 25 m2 del jardín exterior de la biblioteca donde actuaríamos, era nuestro momento, había que rematar.
Para aterrizar los módulos de plantación sobre la parcela de experimentación contábamos con nuestra paisajista de cabecera, Malú Cayetano. Malú preparó en cajas las plantas que componían cada módulo ( A, B, C y D) , formó 4 grupos de trabajos y las talleristas que acudieron a la jornada de plantación tuvieron la libertad de crear sobre la cuadrícula asignada un pequeño jardín que debía cumplir la densidad y los marcos de plantación que habían sido diseñados por Ramón.
Tras consensuar el aspecto final del jardín, acometimos un segundo ejercicio: Semillar con especies silvestres adaptadas a la sombra una zona de 18 m2 con el fin de crear una pradera pictórica
Si el resultado final es tan enriquecedor como todo el proceso que hemos recorrido hasta llegar a esta ilusionante jornada, habremos rozado el cielo de Villaverde…o casi
Los «Encuentros en el tercer paisaje» comenzaron con un taller de cerámica que la activista de la jardinería vecinal Sara C. Jiménez, miembro del jardín comunitario de Lavapiés “esta es una plaza” y colaboradora del festival de agroecología «Humus Revolution» , impartió en el aula de cerámica del CEPA de Villaverde
El objetivo del taller era fabricar ollas de irrigación para utilizarlas como artilugios de riego eficiente en el jardín ZASS que diseñarían y plantarían en una zona del jardín la Biblioteca María Moliner en días posteriores, así como en los próximos jardines con pocas exigencias hídricas que vamos a diseñar y activar durante el 2023 en varios espacios vecinales de Villaverde y en entornos escolares.
Fruto del taller se elaboraron 15 ollas de irrigación. Trece de ellas se enterrarán entre el jardín de la Biblioteca y el futuro jardín ZASS que a finales de noviembre de 2022 plantaremos en un espacio interbloque del barrio de San Cristóbal en colaboración con el colectivo Madrid Borde Sur
Dos de ellas se rompieron en el proceso de cocción, pero en ZASS lo aprovechamos todo: sus restos se machacarán y se echarán sobre el jardín María Moliner para que hagan la función de acolchado y retención de humedad.
Madrid, 9 de octubre, 11:30, 27º C, día perfecto para ir de cañas al rastro. Los urbanitas que realmente nos movemos como ganado, siguiendo solo el sonido de los cencerros, preferimos concentrarnos en un descampado de Villaverde Alto para convertirnos en ovejas trashumantes que en su deambular fuesen enganchando semillas y dispersándolas por los márgenes de la ciudad.
La artista sonora Susana Jiménez Carmona nos propuso un paseo por un descampado de Villaverde pegado a las vías del tren, por donde discurre la “ Vereda del Horcajo”, y transitar por él como ovejas.
36 urbanitas con espíritu bovino nos calzamos unas polainas confeccionadas con vellones de oveja, nos adentramos en el descampado y nos convertimos en receptores y diseminadores de semillas.
Al final de nuestra trashumancia, la bióloga Alba Gutiérrez de Biodiversia trasquiló nuestros tobillos para reconocer las semillas que se habían adherido a nuestras polainas.
Los urbanitas se llevaron el botín lanar impregnado de semillas silvestres que podrán germinar, preferentemente en febrero, aunque quizás sus polainas vayan perdiendo semillas por el camino de vuelta a sus rediles domiciliarios.
La cooperativa Biodiversia, parte del equipo de ZASS, que utiliza la ciencia ciudadana para abordar retos ambientales y sociales, buscando y compartiendo soluciones, junto con la investigadora de la Universidad Rey Juan Carlos, Luisa Amo de Paz, impartieron un taller de aves en el parque Plata y Castañar
El objetivo del taller era transmitir un método científico sobre el terreno para identificar la fauna asociada a espacios verdes con presencia de agua y a aquella que prefiere hábitats con menos necesidades hídricas como las zonas de descampados.
Ayudados con una libreta de campo fuimos anotando las características de los transectos ( rectángulos dentro de la zona de estudio), tales como densidad de la vegetación, altura, presencia de flora arbustiva, cubierta de suelo, etc…para tener parametrizada la zona de estudio.
Evidentemente, en 2 horas de una mañana soleada, no nos dio tiempo a realizar un avistamiento significativo que nos llevase a afirmar ninguna conclusión sobre la diferencia de presencia de aves entre una zona arbolada con riego y una zona de descampada más abierta y menos densa en vegetación arbórea, pero nuestros compañeros de Biodiversia compartieron con el grupo de ojeadores las conclusiones de estudios que ponían de manifiesto la importancia de los descampados junto a zonas arboladas por su papel de fuente de alimentación para las aves, por la biodiversidad de especies herbáceas, que aportan semillas y presencia de insectos a su dieta.
El reto para la segunda parte de nuestro proyecto será monotorizar con Biodiversia los pajaritos e insectos que visitarán nuestros jardines ZASS.